es casi un cliche decir que el cine contemporaneo está hecho a través del fracaso de la imagen-acción, de la acción sensório-motora, y que se lo hace mucho más por una imagen-afección, la situación óptico-sonora en que se pone los personajes y por consecuencia el espectador. Vemos un hombre laburar; su memória sendo semillada, asi como una larva se esconde en la tierra negra. ¿Y lo que se ve más allá de eso? el afuera de campo se infla en nuestra imaginación y ese espacio extra-visual se mezcla con los sentimientos del personaje. es eso que vemos en el corto realizado por estudiantes de la Uba, aqui en Buenos Aires. La consigna era transponer la obra de Debussy para una otra plataforma (audiovisual). Y si la pelicula se encuadra en el panorama de este cine contemporaneo al cual nos referimos, es justamente por que ella recicla una matéria-prima en una nueva norma gramatical cinematográfica en que predomina el minimalismo narrativo y una ambiguedade generalizada digna del cine de Antonioni. es lo que llaman por ahí de cine de autor. Pero, justamente en los dias actuales - la poscontemporaneidade - ¿se puede hablar de un cine de autor? Porque vivimos en esa época del no-lugar que es la internet, la anarquia virtual que heredamos de la lucha por la libertad de los 60'. Debemos olvidar del concepto de 'autor' y partir para adelante (o retroceder a lo que pasaba con la literatura grega antigua - antes de los poemas épicos. el anonimato. La libertad de usar la obra del otro, de resignificar lo que sea).
¿Como encontrar entonces una nueva manera de narrar en un tiempo en que la narrativa está a la olla de la extinción? ¿Como crear algo 'nuevo' en una época en que el original es la copia?
en ese trabajo que he selecionado para subir aqui - en ese no-lugar a la deriva - ellos evidencian justamente ese poder de narrar la historia de un personaje a través de lo que no se ve, a través de todo aquello que él refiere menos que de aquello que se muestra dura e claramente. Debussy, de determinada manera, tambien lo hizo - en el campo de la música. logró en su época mostrar una melodia a través de la no melodia, a través de todo lo que está afuera de la melodia. "La música orquestral de Debussy es la que corresponde mejor a su imagen de impresionista. En 1894, el Prelúdio a la tarde de una fauna, basado en el poema de Mallarmé, ha causado extrañez por la 'ausencia de melodia': Debussy estrenó en verdad, la sugestión de un tema melódico, sin desarrollo. Los Nocturnos (1893-1899), el mar e Imagenes para orquestra (1909) pareciam confirmar la imagen del músico vago, cuyas melodias no tenian contornos definidos y cuya construcción harmonica parecia desarticulada: el tono poético de los títulos confirmaria la imagen de una música 'literária'. Pero la poesia estaba en la música, en la libertad melódica, en la investigación de los timbres, en una nueva construcción harmonica. el efecto de eso era una nueva y extraña sonoridad."
Debussy, entonces, fué el primero cineasta contemporaneo (fuera de su medio). Por mostrar a través de un medio no imagético una porción de luminosidades y desenfoques, por lograr a través de lo que está afuera de su música, hacer con que el oyente sea capaz de imaginar (¿o seria sonorizar?) esa melodia escondida, pero iluminada por su ausencia. Su obra tambien era una propia transposición: de la literatura, para las alturas melódicas (o las no-alturas).
PRELÚDIO A LA TARDE DE UNA FAUNA:
por: Claude Debussy
MELODIA PÁLIDA A UN HOMBRE SOLO:
por: Maria del Mar Andrés de Tejada
Maximo Ciambella
Melina Adiliberti
José Antonio Calvo
Ey, muy interesante el texto, aunque no estoy de acuerdo con eso de la pos contemporaneidad y el no-lugar. Yo a esta percepción de nuestro tiempo la considero como una vuelta a la premodernidad (una especie de edad media cibernética) donde el presente está desarraigado de la historia. El no-lugar existe, pero no desplaza al lugar, el aquí y ahora. El tema es que hoy la ideología imperialista dominante nos impone una especie de estado de limbo, en el que nada puede hacerse para cambiarlo y no hay nada en qué arraigarse. A mi entender, el cine de Haneke es el que mejor se revela contra esto, planteando historias desnudas y verdaderas que que no se evaden del mundo (el lugar) y generan una tensión con él. Caché es el mejor ejemplo de una interpelación, fuera de campo, al espectador. Al igual que el personaje, vemos imágenes que desencadenan nuestras culpas cotidianas.
ResponderEliminarSaludos!
Ah, ¿cuándo te referís a internet como "la anarquia virtual que heredamos de la lucha por la libertad de los 60'" lo decís en un sentido positivo? O sea, ¿pensás que internet es un sistema libertario y democrático? Porque, justamente, la lucha de los 60's (por lo menos aquella más politizada, y no los volátiles movimientos hippies) planteaban una revolución en las condiciones materiales de vida, y no una falsa libertad de expresión organizada por Google.
ResponderEliminarEs una linda discusión. La seguimos!